Levadura química

Levadura química: el secreto bizcochos y magdalenas esponjosos

La levadura química es esencial para lograr masas esponjosas. Descubre cómo usarla correctamente y mejora tus bizcochos y magdalenas.

Si te has preguntado alguna vez por qué algunos bizcochos suben con una textura perfecta y otros no, la respuesta puede estar en la levadura química.

Este ingrediente, también conocido como impulsor o polvo de hornear (tipo Royal), es esencial en muchas recetas de repostería y marca una gran diferencia en el resultado final.

Utilizar levadura química correctamente es clave para lograr masas esponjosas, ligeras y bien aireadas.

Además, su uso es muy sencillo, pero conviene conocer bien cómo funciona para evitar errores comunes que afectan a la textura de tus postres.

Levadura química: cómo funciona en repostería

La levadura química es una mezcla de bicarbonato sódico y ácidos secos (como cremor tártaro), que reacciona al mezclarse con líquidos y calor.

Esta reacción produce gas (dióxido de carbono), lo que genera burbujas en la masa y la hace subir durante el horneado.

A diferencia de las levaduras naturales o de panadero, no necesita tiempo de fermentación.

Su acción es inmediata, por eso es muy práctica para recetas rápidas como bizcochos, magdalenas, muffins o pasteles.

Usos más comunes de la levadura química

  • Bizcochos y magdalenas: Su uso garantiza que queden altos, esponjosos y suaves

  • Muffins y cupcakes: La levadura química permite una subida rápida sin que la masa se hunda

  • Tartas rápidas: Ideal para bases de tartas esponjosas sin complicaciones

  • Galletas tipo soft: Algunas recetas de galletas la incorporan para darles un toque más aireado

Cantidades adecuadas

Aunque cada receta tiene su medida, como norma general se usa entre 10 y 16 gramos de levadura química por cada 500 gramos de harina.

No conviene excederse, ya que un exceso puede dar un sabor metálico o provocar que la masa suba demasiado rápido y luego colapse.

💡 CONSEJOS DEL REPOSTERO

Añade la levadura química junto con la harina para distribuirla de forma uniforme

Tamiza siempre para evitar grumos y mejorar la textura de la masa

No dejes reposar la masa una vez mezclada, ya que la acción del impulsor es inmediata

Usa solo la cantidad justa; un exceso no mejora el resultado y puede afectar el sabor

Guárdala en lugar seco y fresco, bien cerrada

Comprueba siempre la fecha de caducidad, ya que con el tiempo pierde efectividad

No la confundas con levadura de panadero; tienen funciones completamente distintas

Combínala con ingredientes ácidos como yogur o zumo de limón si quieres potenciar el efecto

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